La vitamina K es un nutriente liposoluble que ayuda al cuerpo a formar coágulos, los coágulos son necesarios para dejar de sangrar y también es crucial para mantener los huesos sanos.

Los adultos o niños más grande a diferencia de los bebés, obtienen la vitamina K de los alimentos, como las verduras de hojas verdes, la carne, los lácteos y los huevos. Las bacterias saludables en nuestros intestinos, que conforman nuestro microbioma, también producen vitamina K. Sin embargo los bebés cuando nacen tienen muy poca vitamina k en su cuerpo, lo cual los pone en riesgo a tener sangrado.

Para prevenir que esto pase, se les administra una inyección de vitamina K en el muslo dentro de las horas de nacer.

Algunas de las razones por las cuales el bebé no nace con suficiente vitamina k puede ser por las siguientes opciones:

A diferencia de muchos otros nutrientes, la vitamina K no pasa por la placenta con tanta facilidad.
Los intestinos de los bebés todavía no tienen muchas bacterias, por lo que sus cuerpos no pueden producir suficiente vitamina K.

Pero recuerden mis padawans que los expertos del tema en el cuidado de la salud de los más pequeños, son los doctores de CEPAN.

Dr. Poncho Zamora.

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