La llanta de refacción es un sustituto temporal para los neumáticos de uso normal, estas se utilizan en caso de alguna ponchadura o avería en alguna de ellas. Contar con una llanta de refacción nos permitirá seguir nuestro camino de manera más segura.

Existen diferentes tipos de llantas de refacción:

1. Llantas iguales a las originales (de tamaño completo).
2. Llantas del mismo tamaño, pero con diferentes características que la hacen más ligera o práctica.
3. Llantas de tamaño compacto (tipo galleta).

La importancia de una llanta de refacción es brindar auxilio en caso de emergencia, de manera temporal y únicamente para llegar a tu destino.

Se recomienda no utilizar estas llantas por periodos largos ya que no brindan el mismo soporte, tienen menor adherencia además de una menor capacidad de frenado.

Es importante asegurarse que nuestra llanta de refacción se encuentre en buen estado para evitar quedarnos varados nuevamente; también es necesario que contemos con las herramientas necesarias para realizar el cambio, ya que, no ganamos nada con tener una llanta de repuesto en perfecto estado si no podemos cambiarla, si usted observa que sus llantas están con fisuras o ya nota alambres, es señal de que debe cambiarlas.

Recuerda siempre verificar el buen estado de tu llanta de refacción además de contar con la herramienta necesaria  para hacer el cambio, también es importante traer  un triángulo de preseñalización para brindar mayor seguridad.