La insuficiencia de progesterona puede provocar síndrome premenstrual (PMS por sus siglas en inglés), disfunción tiroidea, resistencia a la insulina, períodos irregulares, infertilidad, aborto espontáneo, trabajo de parto prematuro y depresión posparto. El PMS consiste de múltiples síntomas negativos que ocurren en cualquier momento después de la ovulación y pueden continuar durante el período (menstruación) de la mujer. Una cantidad insuficiente de progesterona provoca una disminución de las endorfinas en el cerebro. Las endorfinas son sustancias químicas que reducen el dolor y aumentan la sensación de felicidad. Entonces, la ausencia de estas endorfinas se asocia con síntomas emocionales que incluyen irritabilidad, llanto fácil, ira y depresión.

Los síntomas físicos de la progesterona baja pueden incluir sensibilidad en los senos, hinchazón, aumento de peso, antojos por carbohidratos (incluido el chocolate), dolor de cabeza, fatiga, insomnio o calambres pélvicos. Estos síntomas pueden comenzar tan temprano como el día después de la ovulación y durar hasta la menstruación. Si la progesterona es muy baja o se combina con una depresión subyacente, el síndrome premenstrual podría convertirse en un trastorno disfórico premenstrual (PMDD por sus siglas en inglés). El PMDD es una depresión severa que, en casos poco comunes, puede conducir al abuso infantil o incluso al homicidio. En la mayoría de los casos, se requieren medicamentos antidepresivos. Sin embargo, el tratamiento estaría incompleto si no se investiga la progesterona y se reemplaza también.

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