Por Marco de Núñez

Más cínicos que el Grinch, dentro del Congreso de Puebla se llevaron el árbol navideño y las esferas que cada año adornan el patio principal del poder legislativo de este bello estado.

Sería bueno saber quién es la encargada de compras de dicha sede del poder y además conocer quien autorizo la compra de este árbol.

Cuentan por los pasillos que la encargada de licitaciones ordenó la compra de este árbol navideño, pero también le ordeno al proveedor que las esferas deberían ser compradas con un íntimo amigo de esta titular. Dichas esferas artesanales costaron cada una alrededor de 150 pesos y el total del costo de tan bella ornamentación fue de nada más y nada menos que de 700 mil pesos, y eso con todo y que nos encontramos en austeridad Franciscana.

Pero no todo quedo ahí, sino que, se instaló el árbol, se adornó, se tomaron las fotos, pero nadie contaba con que el destino tenía una mala jugada para el gobierno de Puebla, con el fallecimiento del gobernador Luis Miguel Barbosa por lo que se ordenó limpiar el patio y tirar a la basura dicho árbol navideño a consecuencia de la declaratoria de luto estatal.

Y eso sí, nunca falta la gandalla que rápidamente ordeno a sus empleados “me suben todas las esferas a mi vehículo para que adorne mi casa”, lo cierto es que cada año se gasta en este recinto legislativo alrededor de casi 2 millones de pesos en adornos navideños y la pregunta sería ¿dónde quedan las esferas y adornos de los años pasados?

Lo sabrá el nuevo presidente del congreso, el diputado Eduardo Castillo, o será que el personaje de licitaciones es protegida de alguien muy influyente en el estado, pues también se dice que llegó desde las tierras que hace no mucho gobernaba desde el palacio municipal el nuevo gobernador.

Y eso de la austeridad Franciscana solo es puro lema de Campaña Política, ya que una cosa son los dichos y otra los hechos.