El CBD ha sido muy útil en el tratamiento del dolor crónico, ya que se adhiere a ciertos receptores en el cuerpo, en el sistema nervioso, y lo reduce al producir su efecto y modulación en esa parte particular del organismo.

El tratamiento del dolor crónico con CBD es un nuevo enfoque farmacológico no invasivo basado en un ingrediente activo de origen natural bien tolerado y sin efecto secundarios.

El dolor crónico, a diferencia del dolor agudo, puede durar más de seis meses y continuar incluso cuando el desencadenante ha desaparecido. El dolor se mantienen activo durante semanas, meses o años y puede ser agravado por factores ambientales y psicológicos. Este tipo de dolor es resistente a muchos tratamientos médicos e incluso farmacológicos. El dolor crónico tiene efectos negativos especialmente en la esfera psíquica, causando depresión, ira y ansiedad.

El Cannabidiol es, junto con el THC, uno de los principales componentes del Cannabis, y se ha informado que tiene potencial terapéutico en el tratamiento de algunas formas de dolor crónico, tanto inflamatorio como neuropático.

El CBD es potencialmente utilizable en el tratamiento de pacientes con dolor neuropático crónico.

Aunque el dolor es un mecanismo protector y adaptativo, al volverse patológico y persistente produce efectos negativos tanto en la calidad de vida del que lo sufre como en su entorno, por lo que se convierte en un grave problema. El dolor crónico tiene una problemática muy amplia y compleja, que depende no solo del daño en el tejido en el que se haya originado sino también de como ese dolor es sentido y percibido por el paciente, así como de las experiencias emocionales que desencadena.

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