La principal función de una leyenda es transmitir de generación en generación una narración extendida, basada principalmente en una creencia popular de un lugar, mostrando lo rica que es nuestra cultura.

En nuestro estado y a lo largo de todo su territorio se conocen distintas leyendas emblemáticas que afortunadamente siguen en nuestra historia y he aquí su importancia de seguir compartiéndola para que llegue a más generaciones, como lo es la de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, que podemos observar todos los días.

Iztaccíhuatl y Popocatépetl

Esta es una de las leyendas de Puebla que tiene como elemento principal el amor, se cuenta que Mixtli era una hermosa princesa, que a la vez era pretendida por Axooxco, un hombre cruel y sanguinario.

Pero ella no le correspondía pues estaba enamorada de un guerrero llamado Popoca, quien la amaba también, un día el guerrero salió a combatir para conquistar el título de Caballero Águila y así disputar la mano de Mixtli a Axooxco.

Mixtli le dijo que lo esperaría, pero al pasar el tiempo y ver que no regresaba preguntó sobre su paradero y la respuesta fue que había muerto, ante esta noticia la princesa se dejó morir de tristeza.

Como era una mentira, cuando Popoca volvió triunfante fue notificado sobre la muerte de su amada, así que desolado tomó el cuerpo de la princesa y le mandó hacer una gran tumba sobre un enorme cúmulo ante el Sol.

Amontonó 10 cerros, y colocó sobre ellos el cuerpo recostado de Mixtli, seguido de esto Popoca tomó una antorcha humeante y le prometió que permanecería eternamente arrodillado junto a ella, a sus pies.

El tiempo pasó y la nieve los cubrió a ambos, convirtiéndolos así en dos enormes volcanes, los cuales llevan el nombre de Popocatépetl e Iztaccíhuatl.