Este sábado se presentó en el escenario del Auditorio del CCU la banda PORTER ante un público eufórico que no dejó de cantar ni un segundo.

Pasadas las 9:30 de la noche, la banda saltó al escenario entre gritos y un show de luces increíble que anunciaba la llegada de su característico estilo musical a tierras poblanas. A pesar de no estar lleno en su totalidad, el auditorio se llenaba de magia con cada canción y los fans se entregaban en cada verso.

Desde el momento uno los asistentes estuvieron de pie, algunos grabaron con sus celulares pero, contrario a otros conciertos en la ciudad, verdaderamente en este show todos estaban más enfocados en vivir el momento que en carpturar todo con sus teléfonos y eso hizo que la complicidad entre el artista y el fan se hiciera cada vez más fuerte.

La música de porter sí, es para escucharse, pero específicamente es para sentirse, para vivirla verso a verso, para entenderla con el corazón y desconectarse de todo; por eso no nos sorprendió cuando entre el público además de aquellos jóvenes que se dieron cita, se encontraban pequeños niños disfrutando del show junto con sus papás.

En un punto de la noche la banda pidió que aquellos asistentes que estaban en la parte de atrás pasaran a la primer sección del auditorio, en ese momento todos se emocionaron y estaban en los accesos ansiosos por pasar, por protocolos eso no sucedió en ese momento y todos regresaron a sus lugares pero incluso en esa situación no hubo desorden, la organización del evento siempre estuvo a la altura.

Durante una canción el vocalista dijo "no solemos hacer esto, pero esta noche queremos invitar a alguien al escenario"; subieron una chica y un chico y entre temblores, nervios y emoción, el hombre sacó una pulsera simbólica y dijo "sé que normalmente se hace con un anillo pero yo quiero darle una pulsera como símbolo" y le pidió matrimonio. Un éxito esta historia de amor porque se conocieron en un concierto de Porter y ahora se comprometen en uno, 10/10 el servicio de cúpido de la banda.

Después de ese momento al noche fue en crescendo, en el encore por fin abrieron las puertas para que de la parte trasera del auditorio pasaran hasta enfrente y ahora sí, todos juntos, aplaudieron, bailaron y cantaron hasta que la banda terminó el show. Apagaron las luces del escenario, prendieron las del auditorio y todos pensamos que había terminado ya pero de repente salen de nuevo y dicen "¿les cantamos otra?" y el show continúo con la magia que solo Porter tiene.

Sin duda fue una noche para recordar.